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Punto de partida. Acceso desde  el casco Urbano de La Molina de Ubierna.

-Sentido de la marcha. Ruta circular que se puede realizarse en ambos sentidos. El orden de los elementos relacionados corresponde al recorrido realizado en el sentido de las agujas del reloj.

-Elementos singulares o de interés que se deseen destacar:

  • La Molina de Ubierna. Localidad perteneciente al ayuntamiento de Merindad de Río Ubierna, en la que cabe destacar los siguientes elementos:

Iglesia de San Román: se levanta sobre un pequeño cerro o mola que da nombre al pueblo. Su construcción data del siglo XIII y es un ejemplo característico del estilo románico rural tardío, con bóveda de medio cañón que descansa sobre arcos fajones apeados en pilastras y ábside semicircular.

Iglesia de “El Salvador”. Es la actual parroquia del pueblo y también de estilo románico tardío.

Representación viviente de la pasión de Cristo. Se realiza desde 1979 con gran participación de público. Participan medio centenar de actores vinculados a la localidad que van representando entorno a la veintena de escenas repartidas por el pueblo y sus alrededores.

  • Vía Verde Santander-Mediterráneo. La ruta cruza por dos sitios la plataforma del antiguo ferrocarril Santander-Mediterráneo que ha sido transformado en vía verde. Se pueden apreciar numerosas obras de fábrica y señalización del ferrocarril construidas en la década de los años veinte del pasado siglo: puentes,  pasos elevados, alcantarillas, hitos kilométricos …
  • Cobos Junto a la Molina: localidad perteneciente a la junta vecinal de La Molina de Ubierna. Destaca la iglesia de San Torcuato, de estilo románico popular con cabecera poligonal con contrafuertes y canes románicos.
  • Monte Utero y paisaje de “las Torcas”. El monte Utero constituye un mirador privilegiado para observar el característico paisaje de “las torcas”, conformado por una sucesión de profundos vallecillos producidos por la erosión de las arcillas rojas, que dan lugar a contrastes cromáticos muy bellos entre los rojos de las arcillas, los verdes de los robles y praderas que tupen los fondos de los valles y los blancos calcáreos de las cimas y cuestas de los cerros. Su visión nos acompaña en gran parte del recorrido de la ruta.
  • Riqueza cinegética: estos parajes solitarios son el refugio ideal de especies cinegéticas como la perdiz roja, la sorda, el corzo o el jabalí.