Localidad: Ubierna

Al norte de la ciudad de Burgos, a dieciocho kilómetros, se halla el pueblo pintoresco de Ubierna, cobijado por montañas rocosas y dos ríos que cruzan el pueblo haciéndole típico y más bello. A ellos hay que añadir una fuente medicinal.

Su fundación es del año 862, por el conde Diego Rodríguez Porcelos. Según el doctor Hergueta, catedrático de la Academia de Historia, Ubierna procede de la palabra latina oves, ovis (oveja), por la cantidad de rebaños de ovejas que ha habido en la antigüedad; aún hoy existen más de mil cabezas. Otro medio de subsistencia eran las viñas en el siglo X, dando lugar a un paraje que lleva ese nombre.

Próximos al pueblo están los Montes Claros, que dieron origen a la ermita de la Virgen de Montes Claros, que el año pasado fue restaurada con la colaboración del pueblo, la ayuda del Ayuntamiento y gran impulso del párroco, Pedro Gutiérrez. Es una ermita que está levantada sobre una casa romana, como lo atestiguan algunas de sus piedras. Famoso fue el pueblo de Ubierna por su castillo, propiedad del infanzón Diego Laínez, padre del Cid, y por los molinos que tenían ambos en este lugar, según nos dice el Poema de Mío Cid. El Cid dio en arras a su mujer, doña Jimena, algunas heredades de Ubierna. Digna de mención es la clase de sociedad que se remonta a los tiempos más antiguos de la Edad Media y la constitución de su merindad, denominada "Junta o Hermandad de caballeros, escuderos, hijosdalgo de la Merindad de Río Ubierna", donde dice: "Ya más de doscientos años (1385) que se comenzó esta Junta y se ha ido continuando". En la actualidad se celebra cada dos años. El año 1506 era cabeza de arciprestazgo, con cuatro clérigos y treinta y cuatro iglesias. Iglesia La iglesia del pueblo es de tres naves, casi de cruz griega, de 29 pasos de larga por 17 de ancha, de estilo ojival cisterciense con reminiscencias románicas.